domingo, 8 de enero de 2017

Carta de despedida Gabriel Garcia Marquez

Cuando Gabriel García Márquez se retira de la vida pública por padecer
cáncer linfático, envió una carta de despedida a sus amigos, y gracias a
internet está siendo difundida.
Es verdaderamente conmovedora; está escrita por él; uno de los
latinoamericanos más brillantes de los últimos tiempos.

Dice así:

"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me
regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera,
posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo
lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los
ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de
bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de
enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de
enamorarse.
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el
olvido
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres…. He aprendido que todo
el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera
felicidad está en la forma de subirla escarpada.
Me apartaría de los necios, los habladores, de las gentes con malas
costumbres y actitudes.
Sería siempre honesto y mantendría llenas de amor y de atenciones a las
personas a mi alrededor, siempre trataría de dar lo mejor…
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por
primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,
cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de
mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta,
infelizmente me estaré muriendo.
Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo
más profundo de tu corazón.
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te
abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría "Te
Quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer
las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me
gustaría decirte cuánto te quiero, que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la
última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya
que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste
tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado
para concederles un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los
necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, "lo
siento", "perdóname", "por favor" , "gracias" y todas las palabras de amor
que conoces.
Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la
fuerza y sabiduría para expresarlos.
Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuánto te importan.

*Gabriel García Márquez*


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