martes, 5 de julio de 2016

Chiste: Síndrome de vejez

Se me manifestó así:

Decido lavar el carro. Al ir al garaje, veo que hay correo en la mesa de
la entrada.
Decido revisar las cartas antes de lavar el carro.

Dejo las llaves del carro en la mesa, voy a botar los sobres vacíos y
las propagandas en la basura,
y me doy cuenta de que está llena.

Decido dejar las cartas, entre las que hay una factura, en la mesita, y
mejor sacar y botar la bolsa de basura.

Entonces pienso que, ya que voy a salir, puedo pagar la factura con un
cheque y echarlo en el buzón, que está a diez minutos de la puerta.

Saco del bolsillo la chequera y veo que queda uno solo.

Decido ir al escritorio a buscar otra chequera y encuentro sobre la mesa
la Coca-Cola que me estaba tomando y que se me había quedado olvidada.

Saco la lata para que no se vuelque sobre los papeles y me doy cuenta
que se está calentando, por lo que decido llevarla a la nevera.

Al ir hacia la cocina me fijo en que el jarrón de flores sobre una mesa,
está sin agua.

Dejo la Coca-Cola sobre esa mesa, y descubro los anteojos que estuve
buscando toda la mañana.

Decido llevarlos a mi escritorio, y después poner agua a las flores.

Llevo los anteojos al escritorio. Lleno una jarra de agua en la cocina
y, de repente, veo el control remoto del televisor. A alguien se le
olvidó en la mesa de la cocina. (Me acuerdo que anoche estuvimos
buscándolo como locos).

Decido llevarlo a la sala, donde debe estar, en cuanto ponga el agua a
las flores.
Echo un poquito de agua a las flores y la mayor parte se derrama por el
suelo.

Por tanto, vuelvo a la cocina, dejo el control remoto sobre la mesa, y
agarro unos trapos para secar el agua.

Voy hacia la sala tratando de acordarme qué es lo que quería hacer con
estos trapos.

Al final de la tarde:

- El carro sigue sin lavar

- No pagué la factura

- El tarro de la basura está lleno

- Hay una lata caliente de Coca Cola en una mesa

- Las flores siguen sin agua

- Sigue habiendo un solo cheque en la chequera

- No consigo encontrar el control remoto de la televisión, ni mis anteojos.

¡Y no tengo ni idea de dónde están las llaves del carro!

Me quedo pensando:

¿Cómo puede ser, que sin haber hecho nada en toda la tarde, esté tan
cansado?

Hazme un favor, envía este mensaje a todos los que conozcas, porque no
me acuerdo bien a quiénes se los he mandado.!!

¡Y NO SE RÍAN, PORQUE SI AÚN NO LES PASÓ, LES VA A PASAR!

lunes, 4 de julio de 2016

Carta de Albert Einstein a su hija

A finales de los años 80, Lieserl, la hija del célebre genio, donó 1.400
cartas escritas por Einstein a la Universidad Hebrea, con la orden de no
hacer público su contenido hasta dos décadas después de su muerte.

Esta es una de ellas… a Lieserl Einstein.

Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y
lo que te revelaré ahora para que lo transmitas a la humanidad también
chocará con la incomprensión y los perjuicios del mundo.

Te pido aun así, que la custodies todo el tiempo que sea necesario,
años, décadas, hasta que la sociedad haya avanzado lo suficiente para
acoger lo que te explico a continuación.

Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la
ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que
incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de
cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido
identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el AMOR.

Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo
olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas.

El Amor es Luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El Amor es
gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras.
El Amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y permite
que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y
desvela. Por amor se vive y se muere. El Amor es Dios, y Dios es Amor.

Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a la vida. Ésta
es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal vez
porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que
el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo.

Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple sustitución en mi
ecuación más célebre. Si en lugar de E= mc2 aceptamos que la energía
para sanar el mundo puede obtenerse a través del amor multiplicado por
la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el
amor es la fuerza más poderosa que existe, porque no tiene límites.

Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las otras fuerzas
del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que nos
alimentemos de otra clase de energía. Si queremos que nuestra especie
sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos
salvar el mundo y cada ser sintiente que en él habita, el amor es la
única y la última respuesta.

Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, un
artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el egoísmo y
la avaricia que asolan el planeta. Sin embargo, cada individuo lleva en
su interior un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía
espera ser liberada.

Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, querida
Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y
todo lo puede, porque el amor es la quinta esencia de la vida.

Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi
corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez sea
demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo,
necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última
respuesta!".

Tu padre: Albert Einstein