jueves, 28 de enero de 2016

Chiste: 2 Borrachos en un bar

Estaban dos borrachitos en un bar cuando ya estaba por cerrar.

Oye cumpa, ¿por qué no vamos a mi casa para seguir chupando?

No, mejor vamos a la mía que es aquí cerquita.

No cumpa, la mía es más cerquita.

A ver, vamos, a ver cuál es más cerca.

Y se van, llegando a la esquina se detienen y uno le dice al otro:

Ya llegamos cumpa, está es mi casa.

Y el otro le dice:

No puede ser cumpa, ésta es mi casa.

No te creo, es la mía.

A ver, tocaremos la puerta así sabremos de quién es.

Tocan la puerta, sale la dueña, y les dice;

¡Que bonito, que bonito, padre e hijo borrachos!

Chiste: Hermanos - El mejor regalo del dia de la madre

Tres hermanos que vivían lejos de su pueblo natal y se habían vuelto

ricos, discutían para ver quien había hecho, a la madre, el mejor
regalo en su día.



El primero dijo, "Yo le construí una mansión."

El segundo dijo, "Yo le envié un Mercedes con todo y chofer."

El terceró sonrió y dijo, "Yo les gané a los dos.

¿Recuerdan cómo le gustaba a mamá leer laBiblia? Y cómo ustedes saben
ella ya casi no puede ver. Así que yo

le conseguí un loro que recita la Biblia entera. Les tomó 12 años a
los monjes de un convento para enseñarle. Es un loro único. Mamá sólo
tiene que decirle el capítulo y el verso y el loro se lo recita."

Poco después, la anciana señora envió cartas de agradecimiento a

los tres:

"José, la casa que me construiste es tan grande que yo sólo ocupo

un cuarto y tengo que limpiar todo el día."

"Pedro, estoy muy vieja para viajar, así que rara vez uso el

Mercedes. Y el chofer es un haragán..."

"Querido Manolo, tú si que sabes lo que le gusta a tu madre...

La gallina estaba deliciosa."

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Reflexion con humor

Reflexión con humor

Mandar:


Una empresa entendió que había llegado el momento de cambiar el estilo
de gestión y contrató un nuevo gerente general. El nuevo gerente vino
con la determinación de hacer cambios y volver a la empresa más productiva.


El primer día, acompañado por sus principales colaboradores, hizo una
inspección en la empresa. En la planta todos estaban trabajando, pero un
muchacho estaba recostado contra la pared con las manos en los bolsillos.

Viendo una buena oportunidad para dejar bien clara su filosofía de
trabajo, el nuevo gerente le preguntó al joven:

-¿Cuánto gana usted por mes?

- Trescientos pesos, señor, ¿por qué? - respondió el muchacho sin saber
de qué se trataba.

El gerente sacó $300 del bolsillo y se los entregó al joven, diciendo:

- Aquí está el sueldo de este mes. Ahora desaparezca y ¡no vuelva nunca más!

El joven guardó el dinero y se fue, de acuerdo a las órdenes recibidas.

El gerente entonces, orgulloso, pregunta a un grupo de operarios:

- ¿Alguno de ustedes puede decirme qué hacía ese joven?

- Si, señor - respondieron atónitos los operarios - Vino a entregar una

pizza...

Moraleja:

Hay personas que tienen tantas ganas de mandar, que se olvidan de pensar.