sábado, 9 de septiembre de 2017

Reflexion: Capitalismo vs Socialismo

"Un sujeto observó mi Corvette el otro día y dijo: "Me pregunto a
cuantas personas podrías haber alimentado con el dinero que costó este
auto deportivo?".

Yo respondí que no estaba seguro, porque mi auto deportivo ya había
alimentado a muchísimas familias en "Bowling Green, Kentucky" donde fue
construido. Le dió de comer a las personas que hicieron las llantas, le
dió de comer a las personas que hicieron los componentes para armarlo,
le dió de comer a las personas de la mina de cobre que extrajeron el
cobre para sus cables, le dió de comer también a gente de "Decatur, IL"
en la empresa Caterpillar, quienes hacen los camiones que transportan
las piedras y lingotes de cobre. Le dió de comer a los choferes que lo
llevaron de la planta a la agencia y a sus familias. PERO... Debo
admitir, que no sé a cuántas personas llegó a alimentar.
Esa es la diferencia entre la mentalidad capitalista y la del
asistencialismo.

Cuando compras algo, tú pones dinero en los bolsillos de la gente y
dignificas su trabajo y sus habilidades. En cambio cuando le das algo a
alguien por nada, les robas su dignidad y su auto valoración. El
capitalismo es darle libremente tu dinero a alguien a cambio de cosas de
valor. Socialismo es tomar dinero de otros a la fuerza, contra la
voluntad de algunos, y asignar los productos que todos deben adquirir a
la fuerza."

P.D.: NO SE QUIEN ESCRIBIO ESTO PERO QUE BUENA REFLEXION

martes, 5 de septiembre de 2017

CUANDO LOS PADRES NOS QUEDAMOS HUERFANOS (Autor desconocido)

Hay un período cuando los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos. Es
que los niños crecen independientemente de nosotros, como árboles
murmurantes y pájaros imprudentes. Crecen sin pedir permiso a la vida.
Crecen con una estridencia alegre y, a veces, con alardeada arrogancia.
Pero no crecen todos los días, crecen de repente.
Un día se sientan cerca de ti y con una naturalidad increíble te dicen
cualquier cosa que te indica que esa criatura de pañales, ¡ya creció!
¿Cuándo creció que no lo percibiste? ¿Dónde quedaron las fiestas
infantiles, el juego en la arena, los cumpleaños con payasos?
El niño crece en un ritual de obediencia orgánica y desobediencia civil.
Ahora estas allí, en la puerta de la discoteca esperando no sólo que no
crezca, sino que aparezca. Allí están muchos padres al volante esperando
que salgan. Y allí están nuestros hijos, entre hamburguesas y gaseosas. Con
el uniforme de su generación y sus incómodas y pesadas mochilas en los
hombros. Allá estamos nosotros, con los cabellos canos. Y esos son nuestros
hijos, los que amamos a pesar de los golpes de los vientos, de las escasas
cosechas de paz, de las malas noticias y la dictadura de las horas. Ellos
crecieron amaestrados, observando y aprendiendo con nuestros errores y
nuestros aciertos. Principalmente con los errores que esperamos no se repitan.
Hay un periodo en que los padres vamos quedando huérfanos de los hijos. Ya
no los buscaremos más en las puertas de las discotecas y del cine. Pasó el
tiempo del piano, el fútbol, el ballet, la natación. Salieron del asiento
de atrás y pasaron al volante de sus propias vidas.
Deberíamos haber ido más junto a su cama, al anochecer, para oír su alma
respirando conversaciones y confidencias entre las sábanas de la infancia,
y a los adolescentes, cubrecamas de aquellas piezas con calcomanías,
afiches, agendas coloridas y discos ensordecedores. Pero crecieron sin que
agotáramos con ellos todo nuestro afecto. Al principio fueron al campo, la
playa, navidades, pascuas, piscinas y amigos. Sí, había peleas en el auto
por la ventana, los pedidos de la música de moda. Después llegó el tiempo
en que viajar con los padres comenzó a ser un esfuerzo, un sufrimiento, no
podían dejar a sus amigos y primeros enamorados.
Quedamos los padres exiliados de los hijos. Teníamos la soledad que siempre
deseamos, y nos llegó el momento en que sólo miramos de lejos, oramos mucho
(en ese momento se nos había olvidado) para que escojan bien en la búsqueda
de la felicidad y conquisten el mundo del modo menos complejo posible.
El secreto es esperar. En cualquier momento nos darán nietos. El nieto es
la hora del cariño ocioso y la picardía no ejercida en los propios hijos.
Por eso, los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan incontrolable
cariño. Los nietos son la última oportunidad de reeditar nuestro afecto.
Así es. Los seres humanos sólo aprendemos a ser hijos después de ser
padres; sólo aprendemos a ser padres después de ser abuelos. En fin,
pareciera que sólo aprendemos a vivir después de que la vida se nos va
pasando...Pero la verdad es que amamos profundamente a nuestros hijos y
nietos.! Dios los bendiga por siempre.!! 😘👍

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lunes, 4 de septiembre de 2017

Chiste del día de la Artritis

Un borracho oliendo a alcohol por los 4 costados sube a un autobús y se
sienta junto a un sacerdote; de un viejo morral saca una botella con
aguardiente, toma todo lo que queda de un solo trago, eructa y se pone a
leer un periódico.
El cura finge que el borracho no existe y disimula su incomodidad. Al
rato, el borracho mirando al cura le pregunta: oiga Padre ¿puede decirme
que carajo causa la artritis?.  El cura molesto le responde en tono
sarcástico: "ciertamente la artritis es causada por llevar una vida
profana, el andar frecuentando mujeres mundanas, los excesos con el
tabaco y la bebida, en especial el alcohol; esas borracheras que
terminan en noche de prostitutas y Muchas más de esas basuras y
porquerías..."
¡¡Pa'laaaaa mieeeeerda!! responde el borracho volviendo a su lectura.
El cura al rato, pensando en lo que le dijo al pobre infeliz, se
conduele y decide disculparse y le dice en tono comprensivo: -Disculpe
usted, no quise ser tan rudo pero ¿desde cuando sufre de artritis?
-"¿Yoooo?  Noooo..., nunca Padre!!!..." sólo estaba leyendo este
artículo del periódico que dice: "El Papa sufre de artritis desde hace
varios años..."