jueves, 30 de septiembre de 2010

¿Por qué a los hombres no nos dejan abrir un consultorio sentimental en una revista femenina?

CONSULTA DE JULIA:

Apreciado Mario:
Espero que me puedas ayudar.
El otro día temprano, me fui a trabajar dejando a mi marido en casa viendo la televisión.
Había recorrido un poco más de un kilómetro cuando el motor empezó a sonar y el coche se paró.
Me volví rápidamente a casa para pedirle ayuda a mi marido.
Cuando llegué y entré no pude creer lo que vi...
Mi marido estaba en nuestra habitación con la hija de la vecina.
Yo tengo 32 años, mi marido 34 y la muchacha 19.
Estamos casados hace 10 años. Cuando le recriminé, me confesó que tenían relaciones desde hacía 6 meses.
Le dije que debía terminar con eso y me prometió que la dejaría.
Me aclaró que lo despidieron del trabajo y que desde entonces estaba muy deprimido.
Yo lo quiero mucho, pero desde que le di ese ultimátum, ha estado muy callado, ausente y distante.
Temo que se vaya y me abandone. Estoy desesperada.
¿Que debo hacer?

Anticipadamente agradecida, Julia.



RESPUESTA DE MARIO.
Querida Julia:
Cuando un coche se para, después de haber recorrido una distancia corta, puede ser debido a diversos factores.
Comienza por verificar si el depósito tiene combustible. Después comprueba que el filtro no esté sucio.
Verifica también si tiene algún problema con la inyección electrónica.
Si el motor funciona con gasolina comprueba que llegue electricidad a las bujías y que salta arco entre los electrodos.
Si nada de eso te resuelve el problema, puede ser que la bomba de gasolina tenga algún defecto y no deje llegar la suficiente cantidad al carburador, llama a la asistencia mecánica.

Espero haberte ayudado. Sinceramente

Mario

Sabiduria de los padres

Hace muchísimos años, un joven recién casado estaba sentado en un sofá en un
día caluroso y húmedo, bebiendo jugo helado durante una visita a su padre.
Mientras conversaba sobre la vida, el matrimonio, las responsabilidades y
las obligaciones de las personas adultas; el padre revolvía pensativamente
los cubos de hielo de su vaso y lanzó una mirada clara y sobria hacia su
hijo.

"Nunca olvides a tus amigos", ¡aconsejó!, "Serán más importantes en la
medida en que envejezcas".

"Independientemente de cuanto ames a tu familia y los hijos que por ventura
vayas a tener, tu siempre necesitarás de amigos.
Recuerda ocasionalmente salir con ellos, realiza actividades con ellos,
telefonéalos..."

"¡Que extraño consejo!" pensó el joven. "Acabo de ingresar al mundo de los
casados, soy adulto y con seguridad mi esposa y la familia que iniciaremos
¡serán todo lo que necesito para dar sentido a mi vida!"

Con todo, él obedeció a su papá; mantuvo contacto con sus amigos y
anualmente aumentaba el número de ellos. Con el pasar de los años, él fue
comprendiendo que su padre sabía de lo que hablaba.

En la medida en que el tiempo y la naturaleza realizan sus designios y
misterios en un hombre, los amigos resultaron baluartes de su vida.

Pasados los 50 años de vida, he aquí lo que aprendió:

El tiempo pasa.
La vida continúa.
La distancia separa.
Los niños crecen.
Los hijos dejan de ser niños y se independizan.
Los empleos van y vienen.
El amor se debilita.
Las personas no hacen lo que deberían hacer.
El corazón se rompe.
Los padres mueren.
Los colegas olvidan los favores.
Las carreras terminan.
Mas, los verdaderos amigos siempre están ahí, no importa a cuánto tiempo o a
cuantos kilómetros se encuentren.

Un amigo nunca está más distante que el alcance de una necesidad, haciendo
barra por ti, interviniendo a tu favor, esperándote de brazos abiertos o
bendiciendo tu vida.

Cuando iniciamos esta aventura llamada VIDA, no sabíamos de las increíbles
alegrías o tristezas que estaban delante. No sabíamos de cuanto
necesitaríamos unos de otros.

Remite este texto a todos los amigos que ayudan a dar sentido a tu vida...

Yo ya lo hice!

martes, 28 de septiembre de 2010

Chiste feminista. La neurona

Envían una neurona al cerebro de un hombre.
Llega, entra y ve que no hay nadie
-'Hay alguien ahí?' Pregunta bajito
-'Hay alguien ahiiiiiiiiiiiiiii?...'
-'Holaaaa?????'
-'HOLAAAAAAAAAAAAA?'
-'NO HAY NADIEEEEEEEE???' ya a gritos......
-'Snifff!!!'
La pobre neurona se encontraba sola allí. Empezó a ponerse muy triste , porque pensaba 'yo aquí sola para el resto de mi vida, sniff!!'
De repente, se oyó un ruido de alguien que se acercaba.
Era otra neurona!!!! y dice a la llorona: 'Qué haces? Por qué lloras?'
-'Porque pensaba, sniff, que no había nadie y me iba a quedar aquí sola para siempre sin compañeras.'
-'Pero, boba (le contestó la otra) si somos un montón! pero estamos todas en el pene. Yo he subido a buscar hielo.'