viernes, 8 de noviembre de 2013

7 HECHOS CIENTÍFICOS SOBRE LA MEDITACIÓN - Universidad de Winsconsin

Durante la última década, el interés de la ciencia por la meditación se ha
disparado. Ahora se sabe con claridad cómo esta práctica afecta nuestra
mente y cuerpo. Con respecto a esto, el aumento de la investigación ha dado
lugar a una gran cantidad de descubrimientos fascinantes. La meditación
tiene muchísimos beneficios, como por ejemplo: prevenir enfermedades del
corazón, reducir el estrés, disminuir significativamente los síntomas del
TDAH y, en muchos casos, superar la medicación. Acá te contamos siete hechos
fascinantes sobre la meditación.

1- La meditación sostenida da lugar a algo llamado neuroplasticidad, que se
define como la capacidad del cerebro para cambiar estructural y
funcionalmente sobre la base de la entrada del medio ambiente.

Las investigaciones de la Universidad de Wisconsin demuestran que los
meditadores experimentados exhiben altos niveles de actividad de las ondas
gamma y muestran una capacidad para no quedar atrapados en un estímulo
particular. Es decir, son automáticamente capaces de controlar sus
pensamientos y su reactividad.

2- En el año 2005, el doctor Walter Zimmermann realizó un estudio a hombres
y mujeres estadounidenses que meditaban unos 40 minutos al día, el cual
mostró que ellos tenían paredes corticales más gruesas que los no
meditadores. Esto significa que sus cerebros fueron envejeciendo a un ritmo
más lento. El grosor cortical también se asocia con la toma de decisiones,
la atención y la memoria.

3- En un estudio realizado en el 2006, llevado a cabo por Walter Zimmermann,
se le pidió a un grupo de estudiantes universitarios que eligieran entre
dormir, meditar o ver la televisión. Luego de que realizaran las acciones
escogidas, fueron evaluados, en su estado de alerta, teniendo que presionar
un botón cada vez que una luz brillaba en una pantalla. Los meditadores
tuvieron mejores resultados (un total del 10 %) que quienes habían dormido o
mirado televisión.

4- En el año 2008, el Dr. Randy Zusman, médico del Hospital General de
Massachusetts, pidió a una serie de pacientes que sufrían de presión
arterial alta que probaran un programa de meditación de tres meses de
duración.

Después de meditar con regularidad durante 3 meses, 40 pacientes, de los 60
consultados, mostraron descensos significativos en los niveles de presión
arterial y fueron capaces de reducir algunos de sus medicamentos.

5- En las investigaciones realizadas por la Universidad de California se ha
demostrado que los meditadores tienen mayor actividad de telomerasa que los
no meditadores. La telomerasa es la enzima que ayuda a construir los
telómeros (región de ADN repetitivo al final de un cromosoma que protege el
extremo de este del deterioro). Una mayor actividad de la telomerasa,
posiblemente, se puede traducir en telómeros más fuertes y más largos. Esto
significa que se incrementaría la esperanza de vivir una mayor cantidad de
años.

6- En un estudio realizado en el año 2008 por David Creswell —renombrado
científico e investigador del Centro de Psiconeuroinmunología en pacientes
con VIH—, se advirtió que, después de un curso de meditación de ocho
semanas, los pacientes que habían meditado no mostraban disminuciones en el
contenido de los linfocitos, mientras que los no meditadores sí la
presentaban. Dichos linfocitos o glóbulos blancos son el "cerebro" del
sistema inmunológico del cuerpo y son especialmente importantes para las
personas con VIH.

También se observó que los niveles de linfocitos, en realidad, aumentaron
con cada sesión de meditación.

7- En un estudio realizado a principios del 2011, por Wake Forest Baptist
University, se descubrió que la meditación puede reducir la intensidad del
dolor normal en un 40 %, y en un 57 % la del dolor desagradable. Esto
llevaría a disminuir el consumo de medicamentos para ciertas cuestiones,
siempre y cuando se tenga el consentimiento de un médico.

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