jueves, 27 de junio de 2013

Chistes varios: Variedad

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LA SUEGRA CON GANAS DE BUSCARLE BRONCA A LA NUERA LE PREGUNTA:

POR QUÉ MI NIETO NO SE PARECE A MI HIJO?

LA NUERA LE RESPONDE:

NO SÉ SEÑORA......... YO TENGO UNA VAGINA, NO UNA FOTOCOPIADORA...

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Tres viejitos hablan de cómo se duermen:
El 1ro dice: Yo hago crucigramas.
El 2do dice: Yo veo novelas.
Y el 3ro dice: Yo me masturbo...
Y le preguntan los otros 2 viejitos asombrados:
¿y se te para?
No, pero me canso y me duermo...

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¡¡¡¡¡¡ Oh Dios !!!!!! …
Que mi mujer nunca me ponga cuernos, y si me los pone, que nadie la vea, y si la ven, que nadie me cuente, y si me cuentan, que yo no les crea, y si les creo, que yo no me enoje, y si me enojo, que no la mate, y si la mato, que no me encierren, y si me encierran, que no me violen, y si me violan que no me duela, y si me duele, que no me guste, y si me gusta, que no me saquen de la cárcel !!!!!

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Dos empleados del Censo llegan a una casa, para el Censo 2011, y preguntan:
- Su nombre?
- Adán.
- Su Esposa?
- Eva.
- Increíble! Por casualidad la serpiente también vive aquí ?
- Sí, un momento. ¡¡¡Suegraaaa, la buscan!!!

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Llega el marido a su casa muy enojado y grita…
-Vieja…!!!...arrugada…!!!...inútil…!!!...aguada…!!!...floja…!!!

La mujer le responde…- Si es una adivinanza...!!!...es tu pene…!!!

lunes, 24 de junio de 2013

Chiste: 3 NIVELES CULTURALES. Maravillas del castellano

Un político, que estaba en plena campaña, llegó a un pueblo del interior, se paró sobre un cajón e inició su discurso:

-¡Compatriotas, compañeros, amigos!

Nos encontramos aquí convocados, reunidos o arrejuntados, para debatir,

tratar o discutir un tópico, tema  o asunto trascendente, importante o de vida o muerte.
El tópico, tema o asunto que hoy nos convoca, reúne o arrejunta, es mi postulación,

aspiración o candidatura a la Intendencia de este municipio.

De pronto una persona del público interrumpe, pide la palabra y le pregunta al candidato:

- ¿Por qué utiliza usted tres palabras para decir lo mismo?

- Pues mire, caballero: la primera palabra es para las personas con un nivel cultural muy alto, como poetas, escritores, filósofos, etc.
La segunda es para personas con un nivel cultural medio, como usted y la mayoría de los que están aquí hoy.

Y la tercera palabra es para las personas que tienen un nivel cultural bajo como por ejemplo, ese borracho que está allí, tirado en la esquina.

De inmediato, el borracho, se levanta y le dice:

- Postulante, aspirante o candidato...
¡hic! El hecho, circunstancia o razón de que me encuentre en un estado etílico, borracho o hasta el culo...
hic! no implica, significa, o quiere decir, que mi nivel cultural sea ínfimo, bajo o jodido…
¡hic!. Y con todo el respeto, estima o cariño que usted se merece
¡hic!, puede ir agrupando, reuniendo o arrejuntando. ..
¡hic!, sus bártulos, efectos o cachivaches. ..
¡hic! y encaminarse, dirigirse o irse, derechito:
a la progenitora de sus días, a la madre que lo llevó en su seno, o a la puta que lo parió.

 

¡¡ QUE MARAVILLA LA LENGUA CASTELLANA !!

viernes, 21 de junio de 2013

Divina lectura: Los abuelos. Para disfrutar

Los abuelos no sólo cuidan; son el tronco de la familia extendida, aportan algo que los padres no siempre vislumbran: pertenencia e identidad. Enrique Orschanski.

En los últimos 50 años, nuestro estilo de vida familiar cambió drásticamente como consecuencia de un nuevo sistema de producción. La inclusión de la mujer en el circuito laboral llevó a que ambos padres se ausenten del hogar por largos períodos creando como consecuencia el llamado "síndrome de la casa vacía".

 El nuevo paradigma implicó que muchos niños quedaran a cargo de personas ajenas al hogar o en instituciones. Esta tercerización de la crianza se extendió y naturalizó en muchos hogares. 

Algunos afortunados todavía pueden contar con sus abuelos para cubrir muchas tareas: la protección, los traslados, la alimentación, el descanso y hasta las consultas médicas. Estos privilegiados chicos tienen padres de padres, y lo celebran eligiendo todos los apelativos posibles: abu, abuela/o nona/o bobe, zeide, tata, yaya/o opi, oma, baba, abue, lala, babi, o por su nombre, cuando la coquetería lo exige. 

 Los abuelos no sólo cuidan, son el tronco de la familia extendida, la que aporta algo que los padres no siempre vislumbran: pertenencia e identidad, factores indispensables en los nuevos brotes. 

 La mayoría de los abuelos siente adoración por sus nietos. Es fácil ver que las fotos de los hijos van siendo reemplazadas por las de estos. Con esta señal, los padres descubren dos verdades: que no están solos en la tarea, y que han entrado en su madurez. El abuelazgo constituye una forma contundente de comprender el paso del tiempo, de aceptar la edad y la esperable vejez. 

Lejos de apenarse, sienten al mismo tiempo otra certeza que supera a las anteriores: los nietos significan que es posible la inmortalidad. Porque al ampliar la familia, ellos prolongan los rasgos, los gestos: extienden la vida. La batalla contra la finitud no está perdida, se ilusionan.

 Los abuelos miran diferente. Como suelen no ver bien, usan los ojos para otras cosas. Para opinar, por ejemplo. O para recordar. 

Como siempre están pensando en algo, se les humedece la mirada; a veces tienen miedo de no poder decir todo lo que quieren.

 La mayoría tiene las manos suaves y las mueven con cuidado. Aprendieron que un abrazo enseña más que toda una biblioteca. 

 Los abuelos tienen el tiempo que se les perdió a los padres; de alguna manera pudieron recuperarlo. Leen libros sin apuro o cuentan historias de cuando ellos eran chicos. Con cada palabra, las raíces se hacen más profundas; la identidad, más probable. 

Los abuelos construyen infancias, en silencio y cada día. Son incomparables cómplices de secretos. Malcrían profesionalmente porque no tienen que dar cuenta a nadie de sus actos. Consideran, con autoridad, que la memoria es la capacidad de olvidar algunas cosas. Por eso no recuerdan que las mismas gracias de sus nietos las hicieron sus hijos. Pero entonces, no las veían, de tan preocupados que estaban por educarlos. Algunos todavía saben jugar a cosas que no se enchufan.

 Son personas expertas en disolver angustias cuando, por una discusión de los padres, el niño siente que el mundo se derrumba. La comida que ellos sirven es la más rica; incluso la comprada. Los abuelos huelen siempre a abuelo. No es por el perfume que usan, ellos son así. ¿O no recordamos su aroma para siempre? 

Los chicos que tienen abuelos están mucho más cerca de la felicidad. Los que los tienen lejos, deberían procurarse uno (siempre hay buena gente disponible). 

 Finalmente, y para que sepan los descreídos: los abuelos nunca mueren, sólo se hacen invisibles.


19/01/2013 | Enrique Orschanski (Médico)                          

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