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sábado, 26 de diciembre de 2009

Chiste. Viejita, Banco. Bolas

CHISTE DE LA SUERTE.. .

Una viejecita fue un día al Banco del Comercio "Bancomer" llevando un
bolso lleno hasta el tope de dinero...

Insistía ante la ventanilla, solicitando que quería hablar única y
exclusivamente con el Presidente del Banco para abrir una cuenta de
ahorros, para lo cual decía: "Comprenda Ud., es mucho dinero".

Después de mucho discutir, la llevaron ante el Presidente del Banco,
respetando el concepto de que el cliente tiene siempre la razón.

El Presidente del Banco inquirió: -¿Cuál es la cantidad que Ud. desea ingresar?

Ella dijo: USD$165.000,00 -y automáticamente vació su bolso encima de la mesa.

El Presidente, naturalmente, sintió una gran curiosidad por saber de
dónde habría sacado la viejita tanto dinero y le preguntó:
-Señora, me sorprende que lleve tanto dinero encima, realmente es
mucha cantidad... -y acto seguido le preguntó: -¿Cómo lo ha
conseguido?

La viejecita contestó: -"Es simple, hago apuestas".

-Apuestas? -preguntó el Presidente- ¿qué tipo de apuestas?

La viejecita contestó: -"Bueno, todo tipo de apuestas; por ejemplo le
apuesto a Ud., USD$25.000,00 a que sus pelotas son cuadradas!"

El Presidente soltó una carcajada y dijo: -"Esa es una apuesta
estúpida... Ud., nunca podrá ganar una apuesta de ese tipo".

La viejecita lo desafió.

-Bueno ya le dije que hago apuestas; está Ud., dispuesto a aceptar mi
apuesta...?

-Por supuesto -respondió el Presidente: -Apuesto USD$25.000,00 a que
mis pelotas no son cuadradas...

La viejecita dijo: -"De acuerdo, pero como hay mucho dinero en
juego..., ¿puedo venir mañana a las 10:00 AM con mi abogado para que
nos sirva de testigo?

-Por supuesto -respondió el Presidente, teniendo en cuenta que se
apostaba dinero.

Aquella noche, el Presidente estaba muy nervioso por la apuesta. Pasó
largo tiempo mirándose sus pelotas en el espejo; volviéndose de un
lado para otro, una y otra vez. Se hizo un riguroso examen y quedó
absolutamente convencido de que sus pelotas no eran cuadradas y que
ganaría la apuesta.

A la mañana siguiente a las 10:00 en punto, la viejecita apareció con
su Abogado en la Oficina del Presidente. Hizo las pertinentes
presentaciones y repitió la apuesta de USD$25.000,00 a que las pelotas
del Presidente son
cuadradas.

El Presidente aceptó nuevamente la apuesta y la viejecita le pidió que
se bajara los pantalones para mostrar sus pelotas.

El Presidente se bajó sus pantalones y la viejita se acercó y miró sus
pelotas detenidamente y le preguntó tímidamente si las podía tocar;
expresando: -Tenga Ud., en cuenta que es mucho dinero y debo
cerciorarme.

-Bien, de acuerdo -dijo el Presidente convencido que USD$25.000,00 es
mucho dinero: -y comprendo que quiera estar absolutamente segura.

La viejita se acercó al Presidente y agarrándole empezó a palpar sus
bolas; paralelo a lo cual el Presidente se dio cuenta de que el
Abogado estaba golpeándose la cabeza contra la pared.

El Presidente preguntó a la viejita: -Y ahora que le pasa a su Abogado?

Ella contestó: -"Nada, sólo que he apostado con él USD$100.000,00 a
que hoy a las 10:00 de la mañana tendría las pelotas del Presidente de
Bancomer en mis manos".