- Mozo, menú de Viernes Santo?
- Merluza con hongos
- Copado!! Cuanto cuesta?
- Doscientos veinte Pesos
- Y a la romana?
- $ CCXX
- La llamamos de Movistar
- Si
- Está satisfecha con la compañía que tiene?
- No, el gordo ronca, vive comiendo y no para de tirarse pedos
- Dónde trabajas?
- En el Centro Nuclear Energético, en la parte de Ingeniería de campo
- Waaaw, y qué haces ahí?
- Sirvo el café
El veterinario pasando lista:
Ovejero alemán?
- Presente!
Doberman?
- Presente!
Caniche?
- Toy
Si un hombre dice que lo va a arreglar enseguida, así será!
No hace falta estar recordandoselo cada 6 meses...
- De tanto estar sentado, se me durmió el traste
- Me parecía...Ya lo escuché roncar un par de veces
- Mi hijo arrancó clases de Flamenco
- Qué bueno! Y como le va?
- Bastante bien. Lo que más le cuesta es pararse en una pierna y dejar la
cabeza abajo del agua...
- Cómo se cambia de sexo a un burro???
- Se lo encierra en un cuarto hasta que se aburra
- Mi hermano tenía la costumbre de sacar el brazo por la ventanilla del auto...
- Cual? El mayor o el manco?
- Nivel de Inglés?
- Alto
- Traduzca fiesta
- Party
- Usela en una oración
- Ayer me tropecé y me party la cara
- Hijito, que haces?
- La cartita para Papá Noel
- Pero...por que en papel de lija?
- Para que no se la pase por el culo como el año pasado
- Doctor no puedo dejar de pensar en Messi!
- Hace cuánto le pasa eso?
- Y... Messi medio...
- Hola! Este es el club de personas que aún no superan a sus ex?
- Por qué? Te llamó? La viste? Preguntó x mi?
Leo Crónica y lloro, leo Clarín y lloro, leo La Nación y lloro...
Soy una persona que llora a diario
- Hola! Acá es la reunion de personas impuntuales?
- Fué ayer...
- Ah!
- Pero pasá, pasá!!! Acabamos de llegar todos!
- Bienvenidos al grupo de apoyo a adictos a cirugías plásticas....
- Mmm que bien... Veo que tenemos caras nuevas!!!
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miércoles, 11 de octubre de 2017
lunes, 9 de octubre de 2017
Chiste: Madrileño en Barcelona
Un madrileño en Barcelona entra en un bar y pide una caña en castellano. El
camarero se la pone y le dice:
- Són noranta-cinc cèntims.
El madrileño deja sobre la barra noventa céntimos y sigue tomándose la caña
tranquilamente. A lo que el camarero le dice:
- Escolti, falten cinc cèntims.
Y el madrileño ni puto caso, como quien oye llover. A lo que el camarero ya
rebotado le suelta:
- Escolti que em deu cinc cèntims, no em faci muntar un nombre, m'està
escoltant perfectament.
Y el madrileño a lo suyo, tomándose la birrita, como si estuviese sólo en
el local. Por fin el camarero, rojo de ira, y escupiendo las palabras dice:
- ¡Oiga desgraciado. Me está oyendo y entendiendo perfectamente, págueme
los cinco céntimos que me debe!
A lo que el madrileño sonriendo y echando mano al bolsillo para pagarle
contesta:
- ¡Ya sabía yo, cabrón, que por cinco céntimos acababas hablando castellano!
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camarero se la pone y le dice:
- Són noranta-cinc cèntims.
El madrileño deja sobre la barra noventa céntimos y sigue tomándose la caña
tranquilamente. A lo que el camarero le dice:
- Escolti, falten cinc cèntims.
Y el madrileño ni puto caso, como quien oye llover. A lo que el camarero ya
rebotado le suelta:
- Escolti que em deu cinc cèntims, no em faci muntar un nombre, m'està
escoltant perfectament.
Y el madrileño a lo suyo, tomándose la birrita, como si estuviese sólo en
el local. Por fin el camarero, rojo de ira, y escupiendo las palabras dice:
- ¡Oiga desgraciado. Me está oyendo y entendiendo perfectamente, págueme
los cinco céntimos que me debe!
A lo que el madrileño sonriendo y echando mano al bolsillo para pagarle
contesta:
- ¡Ya sabía yo, cabrón, que por cinco céntimos acababas hablando castellano!
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domingo, 8 de octubre de 2017
Cuento: la estrella verde
Bellísimo cuento, se los comparto:
Existían millones de estrellas en el cielo, estrellas de todos los colores:
blancas, plateadas, verdes, doradas, rojas, azules.
Un día, inquietas, ellas se acercaron a Dios y le propusieron:
- Señor, nos gustaría vivir en la Tierra, convivir con las personas.
- Así se hará , respondió el Señor.
Las conservaré a todas ustedes pequeñitas, tal como se ven de lejos, para
que puedan bajar a la Tierra.
Se cuenta que en aquella noche hubo una fantástica lluvia de estrellas.
Algunas se acurrucaron en las torres de las iglesias, otras fueron a jugar
y a correr junto con las luciérnagas por los campos, otras se mezclaron con
los juguetes de los niños. La Tierra quedó, entonces, maravillosamente
iluminada.
Pero con el correr del tiempo, las estrellas decidieron abandonar a los
hombres y volver al cielo, dejando a la tierra oscura y triste.
- ¿Por qué volvieron? - preguntó Dios, a medida que ellas iban llegando al
cielo.
- Señor, nos fue imposible permanecer en la Tierra, existe allí mucha
miseria, mucha violencia, hay demasiadas injusticias. El Señor les contestó:
- Claro, Ustedes pertenecen aquí, al Cielo. La tierra es el lugar de lo
transitorio, de aquello que cae, de aquel que yerra, de aquel que muere.
Nada es perfecto.
El Cielo es el lugar de lo inmutable, de lo eterno, de la perfección.
Después de que habían llegado gran cantidad de estrellas, Dios verificó la
cantidad y habló de nuevo:
- Nos está faltando una estrella, ¿dónde estará? Un ángel que estaba cerca
replicó:
- Hay una estrella que resolvió quedarse entre los hombres. Ella descubrió
que su lugar es exactamente donde existe la imperfección, donde hay
límites, donde las cosas no van bien, donde hay dolor.
- ¿ Qué estrella es esa? volvió a preguntar.
- Es la Esperanza, Señor, la estrella verde. La única estrella de ese color.
Y cuando miraron para la tierra, la estrella no estaba sola; la Tierra
estaba nuevamente iluminada porque había una estrella verde en el corazón
de cada persona. Porque el único sentimiento que el hombre tiene, y Dios no
necesita retener es la Esperanza. Dios ya conoce
el futuro y la Esperanza es propia de la persona humana, propia de aquel
que yerra, de aquel que no es perfecto, de aquel que no sabe cómo puede
conocer el porvenir.
Recibe en este momento esta Estrellita Verde en tu corazón, 💚🌟💚🌟💚 _La
Esperanza._
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Existían millones de estrellas en el cielo, estrellas de todos los colores:
blancas, plateadas, verdes, doradas, rojas, azules.
Un día, inquietas, ellas se acercaron a Dios y le propusieron:
- Señor, nos gustaría vivir en la Tierra, convivir con las personas.
- Así se hará , respondió el Señor.
Las conservaré a todas ustedes pequeñitas, tal como se ven de lejos, para
que puedan bajar a la Tierra.
Se cuenta que en aquella noche hubo una fantástica lluvia de estrellas.
Algunas se acurrucaron en las torres de las iglesias, otras fueron a jugar
y a correr junto con las luciérnagas por los campos, otras se mezclaron con
los juguetes de los niños. La Tierra quedó, entonces, maravillosamente
iluminada.
Pero con el correr del tiempo, las estrellas decidieron abandonar a los
hombres y volver al cielo, dejando a la tierra oscura y triste.
- ¿Por qué volvieron? - preguntó Dios, a medida que ellas iban llegando al
cielo.
- Señor, nos fue imposible permanecer en la Tierra, existe allí mucha
miseria, mucha violencia, hay demasiadas injusticias. El Señor les contestó:
- Claro, Ustedes pertenecen aquí, al Cielo. La tierra es el lugar de lo
transitorio, de aquello que cae, de aquel que yerra, de aquel que muere.
Nada es perfecto.
El Cielo es el lugar de lo inmutable, de lo eterno, de la perfección.
Después de que habían llegado gran cantidad de estrellas, Dios verificó la
cantidad y habló de nuevo:
- Nos está faltando una estrella, ¿dónde estará? Un ángel que estaba cerca
replicó:
- Hay una estrella que resolvió quedarse entre los hombres. Ella descubrió
que su lugar es exactamente donde existe la imperfección, donde hay
límites, donde las cosas no van bien, donde hay dolor.
- ¿ Qué estrella es esa? volvió a preguntar.
- Es la Esperanza, Señor, la estrella verde. La única estrella de ese color.
Y cuando miraron para la tierra, la estrella no estaba sola; la Tierra
estaba nuevamente iluminada porque había una estrella verde en el corazón
de cada persona. Porque el único sentimiento que el hombre tiene, y Dios no
necesita retener es la Esperanza. Dios ya conoce
el futuro y la Esperanza es propia de la persona humana, propia de aquel
que yerra, de aquel que no es perfecto, de aquel que no sabe cómo puede
conocer el porvenir.
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