Un granjero llamado Clyde tuvo una severa colisión contra un gran camión de carga.
Poco tiempo después, el prepotente licenciado de la compañía de transporte estaba cuestionando a Clyde en corte.
“En la escena del accidente ¿No dijo usted ‘Estoy bien’?” Preguntó el licenciado.
Clyde respondió: “Bueno, déjeme decirle lo que sucedió. Acababa de subir a Bessie, mi vaquita preferida al…”
“No le estoy preguntando por detalles” interrumpió el licenciado “simplemente conteste la pregunta por favor. ¿Dijo usted o no, en el sitio del accidente ‘Estoy bien’?”
Clyde respondió: “Bueno, acababa de subir a Bessie al trailer e iba manejando por la…”
El licenciado interrumpió de nuevo y dijo “Su señoría, estoy tratando de establecer el hecho de que en la escena del accidente este hombre le dijo al patrullero de caminos que se encontraba bien, ahora, varias semanas después está tratando de cobrar una demanda a mi cliente y creo que esto es un fraude. Por favor dígale que simplemente conteste la pregunta SÍ o NO.”
Para entonces, la curiosidad le había picado al juez quien estaba un tanto interesado en lo que Clyde estaba tratando de decir, así que le dijo al licenciado: “Me gustaría saber qué es lo que el hombre tiene que decir de Bessie, su vaquita preferida.”
Clyde agradeció al juez y continuó: “Gracias su señoría, como estaba diciendo, acababa de subir a Bessie, mi vaquita preferida al trailer, e iba manejando por la carretera cuando este enorme camión-trailer de dieciocho ruedas ignoró la señal de ALTO y se fue a incrustar a un lado de mi camioneta.
Yo salí volando y acabé tirado en una zanja, Bessie también fue a parar en una zanja pero al otro lado del camino.
Estaba yo tan adolorido que no me quería ni mover. Desde allí podía oír a mi pobre Bessie mugiendo y quejándose bien feo. Yo sabía que estaba terriblemente lastimada nada más por sus mugidos de dolor.
Poquito después del camionzazo, un patrullero llegó al lugar del accidente y oyendo los terribles mugidos de Bessie fue a chequearla. Después de ver la fatal condición en que se encontraba, sacó su pistola y le pegó un tiro en medio de los ojos. Luego vino a donde estaba yo y aun con la pistola en la mano me preguntó “¿Y usted cómo está, cómo se siente?”
Con todo respeto su señoría, pero ¿Usted que COÑO le hubiera contestado?”
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