Chistes de catalanes y de medicos !!!
Un catalán tan tacaño, tan tacaño, tan
tacaño… que estaba soñando que se tomaba un café y se despertó para no pagarlo.
…//…
Y era otro catalán tan tacaño tan tacaño, tan
tacaño… que veía la misa por la televisión, y cuando pasaban la canastilla hacía
zaping.
UNOS CORTITOS DE MÉDICOS
- ¿Desde cuando tiene usted
la obsesión de que es un perro?
- Desde cachorro,
doctor.
…//…
- Doctor, tengo complejo de fea.
- De complejo nada.
…//…
- Doctor, me
tiemblan mucho las manos.
- ¿No será que bebe demasiado
alcohol?
- ¡¡Que va, si lo derramo casi todo!!
…//…
- Doctor, ¿Cómo ha salido la operación?
- Hijo mío, yo no soy el doctor. Soy San Pedro.
…//…
- Doctor, ¿qué puedo hacer para que
durante las vacaciones mi mujer no quede embarazada?
- Llévesela con usted.
…//…
- Fui al
médico y me ha quitado el whisky, el tabaco y las drogas.
- Pero… ¿vienes del médico o de la aduana?
…//…
-
No sé que me pasa, doctor, me toco la cabeza y me duele, me toco la nariz
y me duele, me toco el pie y me duele. ¿Qué tengo?
- El dedo fracturado...
…//…
- Doctor, quiero que recomiende algo
para que mi marido vuelva a estar como un toro.
-
Bien, desnúdese. Empezaremos por los cuernos.
…//…
OTRO DE MÉDICOS
Un anciano de 95 años llega al médico para su chequeo de rutina.
El doctor le pregunta cómo se siente.
- Nunca estuve mejor -le responde-. Mi novia tiene 25 años. Ahora está
embarazada y vamos a tener un hijo.
El doctor piensa por un momento y dice:
- Permítame contarle
una historia: "Un cazador que nunca se perdía la temporada de caza salio
un día tan apurado de su hogar que se confundió tomando el paraguas en vez del
rifle. Cuando llegó al bosque se le apareció un gran oso. El cazador levantó el
paraguas, apuntó al oso, disparó y el oso cayó fulminado".
- Imposible -exclama el anciano-. Alguien más debió haber disparado.
- A ese punto quería yo llegar –respondió el
médico-.
…//…
LA VELA
La Sra. Donovan caminaba
por la calle O'Connell de Dublin cuando se cruzó con el padre Rafferty.
El padre le dijo:
-
Muy buenos días, ¿no es usted la Sra. Donovan a quien casé hace dos años?.
- Efectivamente padre, soy yo.
- ¿Y no han tenido niños aún?.
- No
padre, aún no.
- Bueno, la semana próxima viajo a
Roma, así que, si quiere, encenderé una vela por usted y su esposo.
- ¡Oh padre, muchas gracias, le estaremos muy
agradecidos!!
Y ambos siguieron su camino.
Años más tarde se encontraron nuevamente.
El sacerdote preguntó:
- Sra. Donovan, ¿como se encuentra usted ahora?.
- Muy bien, padre..
- Y dígame, ¿han tenido niños ya?
- ¡¡Oh si, padre, 3 pares de mellizos y 4 criaturas
más!!. 10 en total !!!.
- ¡Bendito sea el Señor!.
¡Qué maravilla! ¿Y dónde está su amante esposo?.
- Camino de Roma, a ver si puede apagar la maldita vela.
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