lunes, 10 de enero de 2011

Chiste: El loro del peluquero

Cuando la vecina pasaba, el loro del peluquero siempre le gritaba sin piedad:

- Buenos días, puta!

Hasta que un día ella no aguanto más y reclamo airadamente al peluquero, quien- a modo de castigar al loro por su mala conducta- lo pinto de negro.

Al día siguiente ella paso por la peluquería y el loro, ahora pintado de negro, no dijo absolutamente nada.

La mujer, triunfante, lo provoco:

- Ahora estas calladito, no?

A lo que el loro , con aire de olímpico desprecio, respondió:

- Cuando estoy de smoking no hablo con putas.

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