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domingo, 14 de agosto de 2022

Reflexión: LA ÉTICA

ÑUn padre decidió llevar a sus hijos al circo. Al llegar a la taquilla, pregunta:
"Hola, ¿cuánto cuesta la entrada?"
El vendedor responde:
"Treinta euros para los adultos y veinte para los niños de 7 a 14 años. Los niños hasta 6 años no pagan. ¿Cuántos años tienen?"
Y el padre responde:
"El menor tiene 3 años y el mayor 7 años"
Con una sonrisa, el chico de la taquilla dice:
"Si usted hubiese dicho que el mayor tiene 6 años, yo no me hubiese dado cuenta, y usted se ahorraría veinte euros".
Y el padre responde:
"Es verdad, puede que usted no se hubiese dado cuenta, pero mis hijos sabrían que mentí para obtener una ventaja y el recuerdo de esta tarde no sería especial, en realidad sería terrible para su aprendizaje e insertaría en sus mentes el error de que hay que mentir y robar para tener la abundancia que ya tenemos." Y finaliza:
"La verdad no tiene precio. Hoy dejo de ahorrar veinte euros, que no me pertenecían por derecho, pero he ganado mucho más: gano la gracia de que mis hijos sepan la importancia de decir la verdad, pues yo soy su ejemplo a cada instante."

El asistente permaneció mudo. También él tendría una tarde especial para recordar.

Esta historia ilustra una escena en la que los hijos presencian una actitud correcta del padre, una respuesta emocional correcta a una situación dual. La historia nos permite percibir que:
- Nada debe sustituir a la verdad.
- Educar es dar el ejemplo.
- Jamás debemos hacer pequeñas concesiones a la mentira, el precio es demasiado alto.
- Las palabras convencen, pero el ejemplo enseña. El ejemplo lo es todo.
- La corrupción comienza en los pequeños gestos y se pasa a las nuevas generaciones como algo común, que no tiene problema.

Piense en eso cada vez que se quiera colar en algún servicio, irse sin pagar, no devolver un dinero de más que dejó por error la camarera; cada vez que miente delante de sus hijos, está condenándolos a vivir un sufrimiento constante en su vida. 

Y lo más importante: ¿Cómo no voy a vivir en un mundo corrupto si yo también me corrompo a cada instante? Porque la mentira y la creencia limitante ilusoria en la escasez, en no ser abundantes, son la base de la corrupción.

SI QUEREMOS UN CAMBIO EN EL MUNDO QUE VEMOS Y EN NUESTRAS VIDAS, DEBEMOS COMENZAR EN CASA CON EL EJEMPLO Y EDUCAR (GUIAR) A NUESTROS HIJOS CONSCIENTEMENTE. Y ESE EJEMPLO CALARÁ EN TODOS LOS QUE NOS RODEAN.

Autor Desconocido

domingo, 24 de abril de 2022

CARTA DE UN HIJO/A TENISTA A SUS PADRES

CARTA DE UN HIJO/A TENISTA A SUS PADRES

https://www.asics.com - Por Enrique Guldberg - Tennis Coach & Academy Founder

Esta no es una carta real, aunque si es una recopilación de sentimientos y comentarios reales expresados por jugadores en sesiones de terapia. El tenis es un deporte extraordinario más allá de rankings, títulos y fama. El placer de pegarle a la pelota es el mismo para mí, que para Federer o Nadal. Esta carta es una invitación a preservar el espíritu del tenis, la esencia, que no es otra que intentar que cada día ser mejor que el anterior.

Queridos padres:

Yo no sé lo que significa ser padre o madre, aún no me ha llegado ese momento. Entiendo y también siento que buscaron y buscan lo mejor para mí. Aunque a veces en esa búsqueda, se olvidaron de preguntarme lo que pienso, siento y necesito.

Todo empezó cuando me regalaron la primera raqueta… …cuando correr y pegarle a la pelota era un juego y un desafío estimulante. 

En ese momento, lo único que ocupaba mi cabeza era la idea de golpear la pelota al otro lado de la red de cualquier manera. Todo era simple, el placer estaba en el hecho de jugar, de sentir el impacto de la pelota en mi raqueta y enviarla al otro lado cada vez mejor.

Les pedí ir a la escuela de tenis del club, me encantaba jugar con mis amigos. Pasado un tiempo les rogué ir más veces, quería más porque disfrutaba y aprendía mucho. Cuando estaba en la cancha de tenis, sentía que era el único lugar donde quería estar.

Poco a poco lo fui haciendo mejor, y sentía cómo mi juego hacía que Uds. se sintieran orgullosos de mí. Me sentía feliz por hacerlos felices. ¿Qué más puede pedir un niño que el amor y el reconocimiento de sus padres? Mientras mejor lo hacía, más reconocido me sentía, mejores raquetas, mejor ropa y más cariño.

Llegó el momento en que jugué mi primer torneo. Recuerdo mi primer partido, tenía una mezcla de miedo, excitación, motivación y curiosidad. Todo era nuevo, pero Uds. estaban allí, ¿qué podía pasar? Cuando empezó el partido, lo primero que hice fue mirarlos, buscar en vuestra mirada el cariño, el soporte y por supuesto, vuestra felicidad. Me quedé preocupado viendo que vuestros rostros no expresaban lo de siempre, no estaban felices, estaban nerviosos.

No me preocupé en ese momento, sabía que yo tenía el poder de hacerlos felices si jugaba. Hasta ahora, mi juego, mi diversión, mi pasión siempre los había hecho sonreír.

Empezó el partido, no fue fácil, no por el juego, si no por Uds. Yo no comprendía nada. Por un lado, tenía que jugar contra mi oponente y por otro lado sentía que había perdido el poder de hacerlos felices. Yo disfrutaba mi partido, y no entendía que Uds. no lo hiciesen. Incluso escuché que me gritaron que me moviera y me dije… "no puede ser, nunca antes me habían dicho nada, debo de haberme confundido, pensé"

Finalmente gané mi primer partido, yo estaba feliz, a la vez que, con alivio, pude ver que había recuperado mis poderes: ¡Mis padres estaban felices por mi felicidad! pensé, aunque igualmente, sentí que algo había cambiado, aunque no estaba seguro.

De regreso a casa y después de felicitarme, empezaron a decirme cosas que debería haber hecho de una u otra forma. Fue una extraña sensación porque nunca, hasta ese momento, Uds. habían opinado sobre como yo debería jugar mis juegos. Ni al tenis ni a la Play-Station. Fue extraño, muy extraño, pero como estaba feliz, ¡había ganado mi primer partido! no hice caso.

Al día siguiente fuimos al segundo partido, no sé por qué, pero me pidieron que entrara en calor, que saltara la cuerda, que me concentrara y que recuerde todo lo que habíamos hablado ayer en el coche de regreso a casa. Ahora no había dudas, algo era distinto.

Mi rival de ese día era mejor que yo, a mí no me importó, yo quería ganar por supuesto, pero lo más importante, quería jugar. Mientras el partido iba avanzando, vuestros rostros reflejaban tensión. Yo invocaba a mis poderes mágicos y, aunque iba perdiendo y yo disfrutaba… ese día, mi magia no funcionó. 

A cada punto perdido, vuestros rostros se volvían más serios, empezaron a hacer gestos, a decir cosas: que me moviera, que le pegara cruzado, alto… de pronto mi cabeza era un remolino de emociones e información. No sé qué me pasó en ese momento, pero no pude… no pude.

No entendía que se metieran en mi juego cuando yo nunca me había metido en vuestros partidos de ajedrez. Me sentí invadido. Perdí el partido, y perdí mis poderes. Salí de la pista y Uds. no estaban felices, estaban desilusionados… fue el terrible momento que entendí que si yo ganaba los hacia felices y si perdía… infelices.

Los torneos fueron pasando y siempre pasaba lo mismo. Cuando ganaba me sentía premiado y cuando perdía, juzgado. Entendí que perder no era una opción, si quería vuestro reconocimiento, debía ganar… como fuera.

Escuché una conversación entre USTEDES acerca de sacarme de la escuela y de enviarme con un entrenador. Fue el momento que decidieron tomar el control de "mi" deporte.

Fui por primera vez a lo que ellos llamaron "sesión de entrenamiento". El entrenador jugó conmigo. No puedo explicar lo motivado que estaba, un jugador de tenis real estaba jugando conmigo. Luego me enteré de que ese entrenador había sido jugador profesional, si eso no era el cielo, ¿el cielo donde estaba? 

Terminamos de jugar y Uds., el entrenador y yo nos sentamos en una mesa del bar. Uds. preguntaron expectantes, como si fuera algo muy serio: ¿Qué opinas? A lo que respondió lo que nunca en mi vida hubiese esperado que respondiera: "Tiene condiciones".

Mi mente voló muy rápido y me vio levantando la copa de Roland Garros ganándole a Nadal en el 5º set. Empecé a entrenar, era curioso, la acción era la misma, se trataba de jugar al tenis, pero el punto de vista era distinto, pasó de ser "jugar al tenis" a entrenar. 

Pero me daba igual, la ilusión era muy grande, tenía muchas ganas de entrenar y de jugar. Escuchaba todas las indicaciones, las intentaba seguir al pie de la letra, y repetíamos y repetíamos... y repetíamos.

Empecé a mejorar mucho, cada vez sentía más que los golpes y la raqueta eran parte mía y que la pelota cada vez me hacía más caso. En mi categoría era de los mejores. Ganaba muchos más partidos de los que perdía.

Me di cuenta de que esto no era barato: el entrenador, los viajes, torneos, cordajes. Me di cuenta de que ustedes trabajaban más para poder pagar mi "juego" y eso me hacía sentir mal. 

Los veía de pie detrás de la valla, mientras entrenaba, yo hacía mi mejor esfuerzo, pero luego, siempre había el comentario acerca de lo que podría hacer mejor y de todo el esfuerzo que ustedes hacían para que yo jugara tenis. 

Ustedes estaban cada vez más preocupados y si no trabajaban, estaban mirándome, y si no me miraban, estaban trabajando. Lo único que yo entendía era que había que ganar. Mi sueño de ser tenista se había transformado en vuestro sueño y que yo ganara, en la forma de compensar vuestro esfuerzo.

Cambio de año, cambio de categoría y primer torneo. Pierdo muy fácil en el primer partido contra un jugador que medía 40 cm más que yo. Mis mejores golpes no eran suficiente contra semejante gigante. No hubo chances. 

Desde mi perspectiva yo lo entendí así, pero desde la vuestra se entendió de otra forma: ¡algo falla! Tú me preguntas ¿sabes dónde entrena este gigante?

Los torneos fueron pasando y mis resultados no eran buenos, ganaba uno o como máximo 2 partidos. Llegábamos a casa y te ponías a ver videos de jugadores, tutoriales, redes sociales especializadas en tenis, revistas y artículos de tenis. En las comidas solo se hablaba de tenis y de lo que tendría que hacer para mejorar… Todo giraba en torno al tenis.

Te veo y escucho hablar con mi entrenador de algo que habías visto en internet y que estaba seguro de que me servirá para mejorar mi revés. Este tipo de conversación se empezaron a repetir cada vez más a menudo y yo me preguntaba: ¿Por qué nunca has ido a hablar con mi profesor de matemática para explicarle como tiene que enseñarme? Pero no me vi con el derecho a ese comentario, a estas alturas, lo mío era callar y aguantar.

Aquel torneo era importante, junto con mi entrenador, lo preparamos bien. Trabajamos mucho en los aspectos tácticos y en tener las expectativas controladas, entendiendo que era mi primer año de la categoría. 

Por un lado, estaba lo trabajado con mi entrenador, y por el otro, lo que tú me decías que habías leído. Las dos cosas no eran ni parecidas y mi cabeza estaba dividida. Cada vez que venía la pelota al revés eran dos voces que me hablaban.

Empezó el partido, en frente tenía un rival duro, en mi cabeza las dos voces, la de mi entrenador y la tuya. Con tantas cosas, la pelota poco a poco me dejó de hacer caso. 

Ya no iba ni donde ni como yo quería, me limitaba a pegarle como podía. La tensión y la confusión me invadieron, a cada error, sentía una emoción creciendo dentro de mi, no aguanté más, ¡CRASH!!!!!, quebré la raqueta contra el suelo; rabia, frustración, impotencia… era lo que sentía…

Mi mente se silenció por un momento, luego, luego me sentí vacío. Los miro y los veo asustados. Pierdo el partido, salgo de la pista y tiro todo. Ustedes se asustan aún más. Entonces pasó lo increíble, esa fue la primera vez en mucho tiempo que cuando perdía no me decían nada. 

Entonces entendí: Si me enfadaba, me dejaban en paz.

Los resultados no mejoraban, la capacidad de mi entrenador estaba cada vez más en duda. Cada vez que perdía, observaba que discutes con mi entrenador y luego, y a escondidas, hablas con otro entrenador. Lo que más me hace daño es que no me preguntas lo que pienso.

Entonces, y sin consultarme, deciden cambiar de entrenador. Sin considerar que muchas veces la relación entre un jugador y su entrenador es muy cercana, en muchos aspectos, confiaba más en mi entrenador que en Ustedes, lo siento, pero fue así. 

Sin consultarme, me quitaron a una persona que era muy importante para mí y a la que admiraba mucho. Él no era responsable de mis resultados. Tal vez eran los resultados que debía tener, aunque el mayor problema estaba en mi mente, en las expectativas propias, pero fundamentalmente en las vuestras y en las voces autoritarias de Ustedes, mis padres, que prácticamente desautorizaban a las de mi entrenador. Jugar tenis ya no era fácil para mí.

Comienza la nueva etapa, nuevo entrenador, nuevos ejercicios. Debo reconocer que mi rendimiento mejora, aunque luego de 3 meses ya mi cabeza escuchaba 4 o tal vez 100 voces. Vuelta a cambiar de entrenador, y eso se convirtió en un ciclo que se repetiría muchas veces, 3 o 4 partidos perdidos y cambio de entrenador.

Los entrenadores rápidamente entendieron de que, para mantener el trabajo, había que decir lo que Uds., mis padres, querían escuchar, pero eso, no era lo que yo necesitaba.

Match point en contra, mientras me preparaba para recibir, empecé a escribirles mentalmente esta carta. Me di cuenta de que acababa de decidir que este será mi último punto. Solo dejé pasar la pelota. Lo dejo, dejo el tenis. Cuando me doy cuenta de mi decisión me di cuenta de que lejos de estar triste, estaba feliz y aliviado.

Al escribir esto, tengo 18 años, odio el tenis y lo que representa. No soy consciente de cuál fue el momento que mi juego y mi pasatiempo favorito, se convirtió en un castigo. Solo sé que "Todo empezó cuando me regalaron la primera raqueta y que terminó, cuando mi juego se convirtió en Vuestra obsesión"

"La duda es una semilla que, al sembrarla, crece rápido y fuerte".

martes, 5 de octubre de 2021

La oración: La Silla

_ES PRECIOSO. Léelo despacio_
*LA SILLA*

La hija de un hombre le pidió al sacerdote que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo.

Cuando el sacerdote llegó a la habitación encontró a este pobre hombre en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas.

Había una silla al lado de su cama, por lo que el sacerdote pensó que el hombre sabía que vendría a verlo.  ...¿supongo que me estaba esperando?, le dijo.

No, ¿quién es usted?, dijo el hombre enfermo.

-Soy el sacerdote que su hija llamó para que orase con usted; cuando entré y noté la silla vacía al lado de su cama supuse que usted sabía que yo vendría a visitarlo.

-Ah sí, la silla.

Le importaría cerrar la puerta?- dijo el hombre enfermo. El sacerdote sorprendido cerró la puerta. El hombre enfermo le dijo: 

Nunca le he dicho esto a nadie, pero toda mi vida la he pasado sin saber cómo orar.

Cuando he estado en la iglesia, he escuchado siempre al respecto de la oración, cómo se debe orar y los beneficios que trae...
...pero siempre esto de las oraciones... no sé...! Me entra por un oído y me sale por el otro. De todos modos no tengo idea de cómo hacerlo. Entonces, hace mucho tiempo abandoné por completo la oración.

Esto ha sido así en mí hasta hace cuatro años, cuando conversando con mi mejor amigo me dijo:

-José, esto de la oración es simplemente tener una conversación con JESÚS, así es cómo te sugiero que lo hagas:

-Te sientas en una silla y colocas otra silla vacía enfrente de ti, luego con fe miras a JESÚS sentado delante de ti.

-No es algo alocado el hacerlo, pues él nos dijo:

"YO ESTARÉ SIEMPRE CON VOSOTROS"

-Por lo tanto, le hablas y lo escuchas, de la misma manera como lo estás haciendo conmigo ahora.
-Es así que lo hice una vez y me gustó; lo he seguido haciendo unas dos horas diarias desde entonces.

-Siempre tengo mucho cuidado de que no me vaya a ver mi hija... pues me internaría en el manicomio.

El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto y le dijo a José que era algo muy bueno lo que venía haciendo y que no dejara de hacerlo nunca.

Luego hizo una oración con él. Le extendió una bendición y se fue a su parroquia.

Dos días después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su padre había fallecido. El sacerdote le preguntó:

-¿Falleció en paz?

-Sí, cuando salí de la casa a eso de las dos de la tarde, me llamó y fui a verlo a su cama.

-Me dijo que me quería mucho y me dio un beso.

-Cuando regresé de hacer mis compras una hora después ya lo encontré muerto.

-Pero hay algo extraño al respecto de su muerte, pues aparentemente justo antes se morir se acercó a la silla que estaba al lado de la cama y recostó su cabeza en ella, pues así lo encontré.

¿Qué cree usted que pueda significar esto?

El sacerdote, profundamente estremecido, se secó las lágrimas de emoción y le respondió:

-"Ojalá que todos nos pudiésemos morir de esa manera."

martes, 5 de enero de 2021

Reflexión: Más sillas por favor


Imagina que es la última fiesta de tu vida.
Ya tienes la mesa y la comida,
pero te faltan las sillas. 
Yo conozco un "señor"
que te las podría prestar,
sólo tienes que saber cuántas necesitas. 
Yo ya lo estuve pensando y estas sillas son las que necesito:
Señor,
necesitaré de inicio
dos sillas,
hay dos personas en este mundo
que me amaron desde que nací.
Me cuidaron,
me educaron,
y poco o mucho,
me dieron todo lo que tenían
sin esperar nada a cambio,
estaré siempre agradecida por ello:
    _"Mis padres"._

Necesito otras sillas,
porque a fuerza me tocó compartir la vida con dementes .

Me la pasé peleando todo el tiempo con ellos,
me quitan mis cosas,
se ponen mi ropa sin permiso,
entre otras cien barbaridades,
pero siempre que los necesito están ahí,
no importa lo que pase.
Y si volviera a nacer,
volvería a pedir que me tocaran  a fuerza, porque son mi equipo de vida..
          _"Mis hermanos"._

Señor,
! más sillas por favor!, 
necesito sentar a esos hombres y mujeres
que escogí para  caminar en esta vida,
(esos no fueron a fuerza).
Ellos han andado conmigo desde hace años,
Hemos  llorado y nos hemos abrazado con el alma en los momentos difíciles,
hemos reído y festejado cuando las cosas han salido bien. 
Hemos aprendido
y hemos madurado juntos. 
La distancia y el tiempo
jamás me han separado de ellos. 
Sillas para los responsables
   "Mis amigos"._

Necesito otra silla,
porque me enamoré,
(de un fulano que ni conozco, decía mi papa),
y decidimos hacernos socios en este camino.
Un buen día nos tomamos de la mano
y empezamos a caminar juntos frente a la vida. Me hace ser una mejor persona cada día. 
No, no es perfecto
pero me prometió seríamos felices cada día de mi vida
y lo ha cumplido:
        _"Mi marido "

Necesito otras sillas más,
porque tengo que sentar a esas personas que han cambiado mi vida;
ya no duermo igual,
nunca tengo tiempo para mí,
parezco taxi todos los días,
hace rato que no como una comida caliente.
Pero agradezco infinitamente todo eso, porque he conocido
el amor más grande que existe en este mundo. 
Ellos son
el motor de mi vida
        _"Mis Hijos"._                
                                                 
Disculpa Señor
pero necesito más sillas 
y son para esas personitas,
que sin yo haber hecho nada,
de repente caen del cielo, 
sin tener que pasar por un matrimonio,
sin dolores de maternidad
y sin las penas del amor, 
y llegan como una herencia,
cuando menos lo esperaba
a llenar de amor mi hogar
y mi vida y
cuando los abrazo
estando ya dormidos
abren un ojo y me dicen: 
"Abu" te amo mucho
y mi corazón
estalla de felicidad,
como pan en el horno:
       _"Son  mis nietos"._   
                                    
🙏🙏🙏
Por favor,
necesito una última silla,
es para alguien muy especial. 
Para  ti,  
persona especial,
antes que nada,  
quiero pedirte perdón,
perdón por siempre pensar en ti hasta el final.
Porque tú siempre me has acompañado,
has reído y llorado conmigo,
jamás me has abandonado,
aguantas mis excesos
de trabajo,
de estrés,
de desvelo
y aun así te levantas todos los días como nadie
en este mundo para estar siempre conmigo.
Quiero que sepas que
a ti 
"TE AMO"  más que a nadie en este mundo.

_Esa silla es para ti:_
"Mi Señor"
Mi Dios,
Mi Padre",
tu lo eres todo para mí.

¡Listo!
ahora si nos podemos sentar a cenar,
mi mesa está lista.
Gracias  Padre Santo
por haber puesto
a cada uno de ellos en mi vida.
Ya que me han ayudado
A ser lo que soy en este momento,
todo debido a
tu Santísima Bendición
de ayer, de hoy y de siempre.
 *¡GRACIAS SEÑOR!* 🙏

martes, 3 de diciembre de 2019

Moraleja: Cambiar al mundo

UN NIÑO DE 7 AÑOS SE METIÓ EN EL ESCRITORIO DE SU PAPÁ Y LE DIJO QUE QUERÍA AYUDARLO.

EL PAPÁ ESTABA APURADO Y NERVIOSO Y LE CONTESTÓ : ANDÁ A JUGAR A OTRO LADO, NO ME MOLESTES.
Y EL NENE JUGABA Y JUGABA AHí.

EL PAPÁ VIO QUE ERA IMPOSIBLE SACARLO, ENTONCES PENSÓ: LE VOY A DAR ALGO QUE PUEDA DISTRAERLO.

ENCONTRÓ UNA REVISTA Y EN ELLA HABÍA UN MAPA CON EL MUNDO Y DIJO: JUSTO LO QUE PRECISO!
CON UNA TIJERA EL PAPÁ RECORTÓ EL MAPA EN VARIOS PEDAZOS Y JUNTO CON UN ROLLO DE CINTA SE LO ENTREGÓ A SU HIJO DICIÉNDOLE: COMO TE GUSTAN LOS ROMPECABEZAS, TE VOY A DAR EL MUNDO PARA QUE LO REPARES SIN AYUDA DE NADIE.

EL PADRE CALCULÓ QUE EL HIJO TARDARÍA COMO 10 DÌAS PARA UNIR EL MAPA.

PASARON ALGUNAS HORAS Y ESCUCHA LA VOZ DEL NENE QUE DICE: PAPÁ PAPÁ, YA HICE TODO, YA CONSEGUÍ TERMINARLO.

EL PADRE NO LE CREYÓ. NO PUEDE SER! A LOS 7 AÑOS RECOMPUSO UN MAPA, QUE SE LO ROMPÍ TODO, UN MAPA QUE JAMÁS HABÍÁ VISTO ANTES?

DESCONFIADO, LEVANTÓ LA CABEZA DE SUS PAPELES Y PARA SU SORPRESA EL MAPA ESTABA COMPLETO. TODO EN SU LUGAR. Y CÓMO ERA POSIBLE ESTO? CÓMO HABÍA SIDO CAPAZ DE UNIR EL MUNDO?

EL PADRE LE DICE: HIJO TÚ NO SABÍAS COMO ERA EL MUNDO, CÓMO LO LOGRASTE?

RESPONDIÓ: PAPÁ, YO NO SABÍA COMO ERA EL MUNDO, PERO CUANDO SACASTE EL MAPA DE LA REVISTA PARA RECORTARLO, VÍ QUE DEL OTRO LADO ESTABA LA FIGURA DE UN PAPÁ CON SU HIJO DE LA MANO... ASÍ QUE DÍ VUELTA LOS RECORTES Y COMENCÉ A RECOMPONER A LA FAMILIA, QUE SÍ SABÍA COMO ERA...

CUANDO CONSEGUÍ ARREGLAR AL HOMBRE Y A SU HIJO, ME DI CUENTA QUE HABÌA ARREGLADO EL MUNDO.

SEÑORES! PARA ARREGLAR EL MUNDO, HAY QUE EMPEZAR POR ARREGLAR LA FAMILIA...
EMPEZANDO POR NOSOTROS!

Desconozco al autor...

lunes, 30 de septiembre de 2019

Chiste: Padre y monja

Cierta vez un cura y una monja, después de peregrinar, regresaban hacia el convento. 

Al caer la noche, vieron una cabaña en medio del camino y decidieron entrar para pernoctar y proseguir el viaje al día siguiente.

Al entrar a la cabaña, vieron que había una sola cama.

El padre y la monja entraron, después de algunos segundos de silencio, el padre dice: 
- Hermana, usted puede dormir en la cama, yo dormiré en el suelo. 
Y así hicieron. 

- Mientras tanto, en medio de la noche la hermana despertó al padre: 

- Padre, ¿está despierto?. 
- El padre medio dormido: Hermana, diga, que pasa. 
- Es que estoy con frío, puede ir a buscarme una mantita? 
- Si hermana, claro que si.

- El padre se levantó, fue a buscar una mantita al armario y cubrió a la hermana con mucha ternura..

- Una hora después, la hermana despierta al padre nuevamente: 
- Padre.... todavía està despierto? 
- Que pasa hermana?. Ahora que sucede? 
- Es que aún estoy con frío. Puede darme otra mantita?. 
- Seguro que si hermana !!!
Una vez más el padre se levantò, lleno de amor y buena voluntad para atender el pedido de la hermana.

Pasò otra hora, y una vez màs, la hermana llamò al padre: 
- Padre..... sigue despierto? 
- Si hermana, que necesita ahora? 
- Es que no he podido dormir.. sigo con mucho frío.!!!!

- El padre entonces le dice: hermana, estamos aquí los dos solos, cierto? 
- Cierto contesta la hermana !! 
- Lo que ocurre aquí sòlo nosotros dos lo sabemos y nadie mas, cierto? 
-Cierto !!! padre, contesta la hermana.. 
- Entonces tengo una sugerencia.... 
¿Que tal si nos hacemos la cuenta de que somos marido y mujer?

-La hermana contestó: 
Si, si, padre.. hagamos de cuenta que somos marido y mujer¡¡

El padre cambia el tono de voz y dice:

!!! ENTONCES, DEJA DE ESTAR MOLESTANDO Y LEVANTATE A BUSCAR LA MAL PARIDA MANTA ANTES Q ME MOLESTE MAS Y DEJAME DORMIR!!! 

¡¡¡ SI PENSASTE QUE IBA A TENER UN FINAL ERÓTICO, REZA 100 AVE MARIAS Y 20O PADRE NUESTROS !!!