martes, 5 de enero de 2021

Reflexión: Más sillas por favor


Imagina que es la última fiesta de tu vida.
Ya tienes la mesa y la comida,
pero te faltan las sillas. 
Yo conozco un "señor"
que te las podría prestar,
sólo tienes que saber cuántas necesitas. 
Yo ya lo estuve pensando y estas sillas son las que necesito:
Señor,
necesitaré de inicio
dos sillas,
hay dos personas en este mundo
que me amaron desde que nací.
Me cuidaron,
me educaron,
y poco o mucho,
me dieron todo lo que tenían
sin esperar nada a cambio,
estaré siempre agradecida por ello:
    _"Mis padres"._

Necesito otras sillas,
porque a fuerza me tocó compartir la vida con dementes .

Me la pasé peleando todo el tiempo con ellos,
me quitan mis cosas,
se ponen mi ropa sin permiso,
entre otras cien barbaridades,
pero siempre que los necesito están ahí,
no importa lo que pase.
Y si volviera a nacer,
volvería a pedir que me tocaran  a fuerza, porque son mi equipo de vida..
          _"Mis hermanos"._

Señor,
! más sillas por favor!, 
necesito sentar a esos hombres y mujeres
que escogí para  caminar en esta vida,
(esos no fueron a fuerza).
Ellos han andado conmigo desde hace años,
Hemos  llorado y nos hemos abrazado con el alma en los momentos difíciles,
hemos reído y festejado cuando las cosas han salido bien. 
Hemos aprendido
y hemos madurado juntos. 
La distancia y el tiempo
jamás me han separado de ellos. 
Sillas para los responsables
   "Mis amigos"._

Necesito otra silla,
porque me enamoré,
(de un fulano que ni conozco, decía mi papa),
y decidimos hacernos socios en este camino.
Un buen día nos tomamos de la mano
y empezamos a caminar juntos frente a la vida. Me hace ser una mejor persona cada día. 
No, no es perfecto
pero me prometió seríamos felices cada día de mi vida
y lo ha cumplido:
        _"Mi marido "

Necesito otras sillas más,
porque tengo que sentar a esas personas que han cambiado mi vida;
ya no duermo igual,
nunca tengo tiempo para mí,
parezco taxi todos los días,
hace rato que no como una comida caliente.
Pero agradezco infinitamente todo eso, porque he conocido
el amor más grande que existe en este mundo. 
Ellos son
el motor de mi vida
        _"Mis Hijos"._                
                                                 
Disculpa Señor
pero necesito más sillas 
y son para esas personitas,
que sin yo haber hecho nada,
de repente caen del cielo, 
sin tener que pasar por un matrimonio,
sin dolores de maternidad
y sin las penas del amor, 
y llegan como una herencia,
cuando menos lo esperaba
a llenar de amor mi hogar
y mi vida y
cuando los abrazo
estando ya dormidos
abren un ojo y me dicen: 
"Abu" te amo mucho
y mi corazón
estalla de felicidad,
como pan en el horno:
       _"Son  mis nietos"._   
                                    
🙏🙏🙏
Por favor,
necesito una última silla,
es para alguien muy especial. 
Para  ti,  
persona especial,
antes que nada,  
quiero pedirte perdón,
perdón por siempre pensar en ti hasta el final.
Porque tú siempre me has acompañado,
has reído y llorado conmigo,
jamás me has abandonado,
aguantas mis excesos
de trabajo,
de estrés,
de desvelo
y aun así te levantas todos los días como nadie
en este mundo para estar siempre conmigo.
Quiero que sepas que
a ti 
"TE AMO"  más que a nadie en este mundo.

_Esa silla es para ti:_
"Mi Señor"
Mi Dios,
Mi Padre",
tu lo eres todo para mí.

¡Listo!
ahora si nos podemos sentar a cenar,
mi mesa está lista.
Gracias  Padre Santo
por haber puesto
a cada uno de ellos en mi vida.
Ya que me han ayudado
A ser lo que soy en este momento,
todo debido a
tu Santísima Bendición
de ayer, de hoy y de siempre.
 *¡GRACIAS SEÑOR!* 🙏

lunes, 23 de noviembre de 2020

PARA QUÉ SIRVEN LOS CUÑADOS

Un hombre se sintió mal en la calle, cayó al suelo y fue llevado a un
Hospital Católico administrado por Monjas, en donde lo operaron del
corazón.
Cuando despertó, a su lado estaba la Monja Tesorera del hospital, quien
le dijo:

- Su cirugía fue un éxito, sin embargo hay un asunto que hay que determinar.

- ¿Tiene usted seguro médico?
- No Hermana.
- ¿Tiene tarjeta de crédito?
- No Hermana.
- ¿Puede usted pagar en efectivo?
- No tengo dinero Hermana.
La monja empezó a sudar frío, pero continuó:
- Entonces...¿podrá pagar con un cheque?
- Tampoco Hermana.

La monja, ya desesperada, prosigue:
- Bueno, tiene algún pariente que pueda hacerse cargo de la cuenta?
- Ah, bueno, si, sólo tengo una hermana solterona, que es monja, pero no
sé si ella pueda pagar.

La monja, lo corrigió severamente, diciendo:
- Disculpe señor, pero las monjas ¡No somos Solteronas!🤨
¡Estamos casadas con Dios!!

- ¡Ah ! ¡Magnífico!
¡Entonces hagame el favor de mandarle la cuenta a mi Cuñado!

Y... Así fue cómo nació la expresión...
"QUE DIOS TE LO PAGUE"

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia - Esposas

- Mujer: ¿A donde vas?
 Hombre: Salgo un ratito..
 M: ¿Te llevas el auto?
 H: Sip
 M: ¿Tiene gasolina?
 H: Si, ya le puse.
 M: ¿Vas a tardar mucho?
 H: No, una horita más o menos
 M: ¿Adonde vas?
 H: No sé... por ahí... solo a dar una vuelta..
 M: Y... ¿no prefieres ir caminando?
 H: No, me voy en el auto
 M: ¿Me traes un helado?
 H: ¿De qué lo quieres?
 M: De mango
 H: Bien, de regreso paso a la heladería y te lo traigo
 M: ¡¿De regreso?!
 H: ¡Si!... porque sino se derrite
 M: ¿Por qué no vas ahora, vuelves y me lo dejas?
 H: Mejor a la vuelta... va a ser mejor
 M: ¡coño... vale...!
 H: Cuando vuelva tomamos el helado juntos
 M: Pero no te gusta el mango
 H: Me compro otro
 M: ¡Trae de vainilla!
 H: Tampoco me gusta la vainilla
 M: ¡Trae de chocolate entonces!, que nos gusta a los dos
 H: ¡Ok!... besos, vuelvo en un rato
 M: ¡Oye...!
 H: ¡¿Qué?!
 M: Mejor chocolate no... ¡Trae fresa!
 H: ¡No me gusta la fresa!
 M: Entonces tráeme mango a mí y tú el que quieras
 H: Fue lo que dije desde el principio...
 M: ¿Estas siendo irónico?
 H: Oh!!! no... ya me voy...
 M: Dame un beso!
 H: bueno... (beso)
 M: ¿Vas en tu auto o en el mío?
 H: En el mío
 M: Usa el mío, tiene cd. El tuyo no...
 H: No quiero oir música, voy a despejarme un poco...
 M: ¿Necesitas despejarte?
 H: ¡No sé!... Cuando regrese te digo.
 M: ¡No tardes!
 H: No tardo... (abre la puerta)
 M: ¡Amor...!
 H: ¡¿Y ahora qué?!.....
 M: ¡Uuuyyy! ¡Que grosero!...
 H: Amor... ¡Estoy intentando irme y no me dejas!
 M: ¿Por qué quieres ir solo? ¿Te vas a encontrar con alguien?
 H: ¡¿Qué quieres decir?!
 M: ¡Nada, nada...! olvídalo...
 H: ¡Ven acá! (cariñoso)... ¿Crees que te estoy engañando con alguien?
 M: ¡No... claro que no!... pero ya sabes como son...
 H: ¿Cómo son qué?
 M: ¡Los hombres!
 H: ¿Estás generalizando o estás hablando de mí?
 M: Estoy generalizando
 H: Entonces no me lo apliques. Sabes que no te haría algo así.
 M: Está bien... vete entonces.
 H: Ya! Ya! ya me fui!!!!
 M: Oye...
 H: ¡AY POR DIOS!... ¡¿Qué?!
 M: Llévate el celular...
 H: ¿Para qué?... ¿Para que me estés llamando constantemente?
 M: ¡No!... Por si pasa algo.
 H: No te preocupes...
 M: ¡Ok, ok...! Perdóname por la desconfianza... ¡Es que te extraño!
 H: Está bien. No quise contestarte así. ¡Te amo!
 M: ¡Yo también!
 M: ¿Puedo usar tu celular?
 H: ¿Para qué?
 M: ..¡Los jueguitos!
 H: ¿Quieres mi celular para jugar?
 M: Si
 H: Usa la computadora, hay un montón de juegos ahí.
 M: No entiendo ese aparato...
 H: ¿Y para qué me hiciste que te la comprara el mes pasado?
 M: No importa... entonces llévate el celular porque si no lo voy a usar…
 H: Úsalo... no hay nada importante en él.
 M: ¿Si?...
 H: ¡Sí!
 M: ¿Dónde está?
 H: ¿Qué cosa?
 M: ¡Lo que debería estar en el celular y no está!
 H: ¡¿Qué?!
 M: ¡Nada!... ¡Olvídalo!
 H: ¿Estás enojada?
 M: No, no estoy.
 H: ¡...Entonces me voy!
 M: ¡Amor....!
 H: ¡¡¿¿QueeeeEEEEÉ!!??
 M: ¡Ya no quiero helado!
 H: ¡¿Ah no?!
 M: ¡No!
 H: (Un suspiro)... Ok...Ok.. Ya no voy a salir!
 M: ¿Ah sí?
 H: ¡Sí!
 M: ¿Entonces te quedas conmigo?
 H: ¡No!, ¡Me aburriste!! Me voy a dormir!
 M: ¿Estás enojado?
 H: ¡Sí!
 M: ¿Y POR QUE MEJOR NO TE VAS A DAR UNA VUELTA PARA DESPEJARTE?.